lunes, 22 de julio de 2013

DRONES: Silenciosos, Rápidos… y Mortales


Raven (Qala-i-Naw)
De un tiempo a esta parte se han puesto de moda noticias sobre “muertes selectivas” de líderes talibán gracias a los ataques quirúrgicos de aviones no tripulados (familiarmente conocidos como Drones[1]): Una nueva manera de hacer la guerra en el siglo XXI, sin riesgos, sin planeamientos complejos ni despliegues difíciles… Y, lo que es más importante: Minimizando al máximo las bajas propias.

Si la Guerra de Vietnam encumbró al helicóptero como arma clave y la Guerra del Golfo tuvo a los misiles guiados (Patriot vs. Scud) como gran evolución tecnológica desde el punto de vista militar, no hay duda de que la Guerra de Afganistán es la de los sistemas aéreos o aviones no tripulados: Los UAV (Unmanned Aerial Vehicle) o UAS (Unmanned Aerial System) en sus siglas inglesas.
En este terreno el contingente español desplegado también está librando su propia guerra en Afganistán donde cuenta con tres sistemas distintos de UAV a disposición de las tropas en la provincia de Herat y Badghis -de la que el millar de militares se replegarán en Noviembre-. Estos UAV que desplegaban las tropas españolas eran puramente armas de inteligencia, en ningún caso tenían capacidad de transportar armamento y, por tanto, de bombardear posiciones enemigas.

Estos tres sistemas son el ScanEagle, el Raven 11B y el Searcher MK-III J cuyas prestaciones y algunas curiosidades analizaremos a continuación. Vaya por delante el comentario del comandante Argimiro Castro, del Regimiento de Artillería de Campaña Nº 63 y jefe de la unidad PASI en Herat durante el contingente ASPFOR XXXII: “Afganistán es la guerra de la inteligencia más que de la fuerza. Los UAVs han provocado una gran incertidumbre entre una insurgencia que ya no sabe cuándo ni dónde son observados”.

He aquí los tres UAV desplegados por las tropas españolas en Afganistán:
Cámara del ScanEagle
Œ* SCANEAGLE, de la empresa Boeing Insitu (Estados Unidos)

Las tropas españolas cuentan con una unidad de este modelo en la base “Ruy González de Clavijo” de Qala i Naw, en la provincia de Badghis. En diciembre de 2012 la empresa Insitu, perteneciente al gigante aeronáutico estadounidense Boeing, ofreció el servicio de este UAV que es manipulado en su despegue y aterrizaje por exmilitares estadounidenses. Es una capacidad ofrecida a España por la misión ISAF.

Originalmente ideado como UAV para buques pesqueros atuneros y posteriormente diseñado para la US Navy, este avión no tripulado tiene como singularidad su rampa de despegue y el modo en que aterriza: Literalmente se engancha a un cable sobre el que choca una de sus alas.

18 kilos de peso, capacidad de 5 kilos de combustible, autonomía de hasta 20 horas, 3,11 metros de envergadura y 1,37 metros de longitud son algunas de sus características técnicas de un UAV cuyo objetivo es captar imágenes y proporcionar la inmediatez del análisis de las imágenes en el centro de operaciones de la base en contacto con la estación de control del ScanEagle. Su principal handicap es que solo puede ser utilizado cuando hay luz solar (configuración diurna). Insitu ya ha ideado otro de configuración nocturna (el NightEagle).
Rampa de Lanzamiento (ScanEagle y Skyhook)
El ScanEagle se compone del UAV, el lanzador neumático, el “Skyhook” o dispositivo para su recuperación, un sistema de navegación GPS y la propia estación de control donde se encuentra, durante nuestra estancia en Qala i Naw, el brigada leonés Luis de Goya, del Mando de Artillería de Campaña[2].

Con un vuelo a unos 3.500-4.000 metros de altura, este UAV proporciona información fidedigna al instante al mando. Por ejemplo, es utilizado durante una operación Cívico-Militar en una escuela de la provincia como medio de observación y seguridad o durante el repliegue para ofrecer información al convoy español. En 30-45 minutos se despliega en la zona que se desee.

Desde el 1 de Diciembre de 2012 el ScanEagle ha realizado más de 156 misiones con 750 horas de vuelo. El gran componente del UAV ScanEagle es su cámara instalada en el frontal del aparato. La cámara EO900 combina un telescopio electro-óptico de alta resolución con un zoom de 170x. 

Raven
* RAVEN 11B, de la empresa AeroVironment (Estados Unidos)

El MINISDEF adquiría en 2.009 nueve sistemas mini UAV (Vehículos Aéreos No Tripulados, UAV por sus siglas en inglés) integrados por 27 aviones Raven B a través de un contrato adjudicado a la empresa española Aerlyper, representante de la norteamericana AeroViromment.

A finales de Marzo de 2.013, los UAV cumplían las 3.790 horas de vuelo en 594 misiones a los mandos del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) del Ejército del Aire, al cumplir su quinto aniversario en suelo afgano. El objetivo de este UAV de “corta distancia” es el de PROPORCIONAR VIGILANCIA AÉREA DE PROTECCIÓN A LA FUERZA.
Por ejemplo, en el avance de un convoy si se detecta una zona peligrosa -detrás de una loma, por ejemplo- el operario del Raven lo lanza como si fuera un “avión de papel”, es decir su lanzamiento es manual, pudiéndose cotejar las imágenes captadas al momento.

El Raven 11B se desplegó en Afganistán en Febrero de 2010 estando al servicio del EADA desde Diciembre de 2.009 cuando fueron adquiridos por el Ejército del Aire. Cada equipo está formado por dos aviones, una estación de control, un terminal de video remoto, un ordenador portátil para el control automático y un kit de repuestos. Sus cámaras de visión -diurnas y nocturnas, ya que son intercambiables- hacen a los Raven especialmente válidos para sobrevolar las zonas o poblaciones por delante de las fuerzas, permitiéndose un mejor conocimiento de la situación sobre el terreno.

Fabricados en kevlar con una envergadura de 1,4 metros, una longitud de 0,9 metros, un peso de 1,9 kilos y un alcance de 10 kilómetros. Así mismo, disponen de baterías eléctricas que permiten una autonomía de 90 minutos a una velocidad de crucero de 56 kilómetros por hora. Su sencillo manejo, su ligereza, su pequeño tamaño y su lanzamiento a mano son las grandes ventajas que ofrece este sistema aéreo no tripulado manejado por un operador de vuelo y otro operador de misión.
Miniraven (Murghab)
Además, dispone en el morro de dos cámaras con visión frontal y lateral, panorámica, picado y zoom electrónicos. La autonomía es de hasta 110 minutos, alcanzando una altura de entre 30 y 305 metros. El método de recuperación consiste en un aterrizaje vertical por pérdida de sustentación, es decir, cae a plomo si producirse daños gracias a sus airbags.

El Sargento 1o Fabián Bermejo es quien siempre inicia las patrullas, y sin dar un paso: Es el responsable de uno de los equipos Raven en Badghis, un avioncillo que a simple vista parece de juguete pero que son los ojos que lo ven todo para los militares españoles. El avión lleva incorporadas unas cámaras que le permiten captar desde el aire lo que ocurre sobre el terreno, sin necesidad de pisarlo. Otros países con tropas desplegadas en Afganistán, como Estados Unidos y Canadá, utilizan pequeños globos aerostáticos también con cámaras, que lanzan al aire y tienen allí casi permanentemente, inspeccionando el terreno. A falta de eso, los españoles utilizan los Raven, que hacen volar cada vez que los militares salen de la base: “Hoy ha sido matador. He estado desde las seis de la mañana hasta las doce del mediodía, sin moverme del mismo sitio”, afirma el sargento primero Bermejo. Para lanzar el Raven y guiarlo, debe situarse en un lugar elevado y despejado para evitar que cualquier interferencia dificulte su seguimiento con una antena. El avión se mantiene en el aire mientras los militares están fuera de la base. “En una ocasión se nos cayó al suelo, unos afganos lo recogieron y hubo que pagarles para que nos lo devolvieran[3], explicaba.

Aun así, que nadie piense que los UAV son la panacea[4]: Reducen los riesgos, efectivamente, pero el Raven no es –en modo alguno- suficiente: Un equipo de zapadores va siempre por delante de las patrullas rastreando los caminos para detectar posibles artefactos explosivos, y todos los vehículos blindados españoles llevan inhibidores para evitar que la insurgencia pueda activar una mina por control remoto.

Searcher aterrizando
Ž* SEARCHER MK-III J, de la empresa Israel Aerospace Industries (Israel)

El 21 de Diciembre de 2008 militares del Ejército de Tierra asistían a la entrega de cuatro UAV en la sede de la División Malat de Israel Aircraft Industries (IAI). El 27 de Abril de ese año, el Ministerio de Defensa había anunciado la adjudicación -a través de la Dirección de Sistemas de Armas del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra- del contrato a la UTE integrada por las empresas españolas Indra Sistemas y EADS-CAS, y la israelí IAI como socio tecnológico…

Es el sistema no tripulado más veterano en Afganistán. El “Armadillo”, como se le conoce, es el principal sistema aéreo no tripulado que emplean las tropas españolas. La unidad PASI (Sistema de Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia) es la encargada de “pilotar” cinco aparatos Searcher MK-III J de fabricación israelí que tienen un radio de acción de unos 250 kilómetros y especializándose en misiones de vigilancia nocturna. El 4 de Mayo de 2.008, el personal del Regimiento de Artillería de Campaña número 63 realizó el primer vuelo y un mes más tarde, el 6 de Junio, pasó a realizar misiones en apoyo del Mando Regional Oeste de la ISAF[1].
PASI (Herat)
Compuesta por 26 militares la unidad PASI, establecida en la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat[5], tiene ya 550 misiones desde su despliegue en 2.008 cuando se dotó de la versión anterior del actual UAV, habiéndose alcanzado hace un año las 2.500 horas de vuelo. El sistema opera con cuatro plataformas aéreas, una estación de control en tierra, rampa de despegue y aterrizaje automático en pista (ATOL), un terminal de datos en tierra, dos terminales de puesto de mando y tres terminales de vídeo remoto (VRT).

Características técnicas: El “Armadillo” mide 5,85 metros de largo y 8,55 de ancho, pesa como máximo 436 kilos y tiene una autonomía de 18 horas, alcanzando un rango de acción de 350 kilómetros y una altitud de 23.000 pies (7 kilómetros de altura). Está dotado de cuatro motores silenciosos. La clave de este UAV, según nos cuenta el comandante Argimiro Castro, es su sistema de visión nocturna FLIR y sus sofisticadas lentes. Además permite también tener imágenes en tiempo real.

Gracias a su motor de cuatro tiempos, el nivel de ruido se reduce al máximo con lo que también se reduce el peligro de ser interceptado y es capaz de aproximarse al objetivo, y captar imágenes de gran calidad y precisión. Otra de sus características es que en caso de perder toda la comunicación -tiene sus comunicaciones redundadas- con la terminal de datos, el propio aparato regresa al punto de salida al finalizar el plan de vuelo.
Searcher II despegando
Asimismo, y para lograr un mayor alcance, el sistema pone en el aire un segundo aparato que hace de enlace entre la estación de tierra y el UAV en misión. Otra capacidad es que cualquier pequeña unidad que lleve un terminal de video, y esté desplegada en las proximidades de la zona de vuelo del avión, puede recibir imágenes en tiempo real sin necesidad de disponer de enlace con la estación de control en tierra, pudiendo aprovechar sobre el terreno esa información en beneficio inmediato de su seguridad.

Entre las misiones se encuentran las de reconocimiento: Búsqueda y localización de elementos hostiles, confirmación de información obtenida por otros medios, apoyar en la elaboración de la base de datos de objetivos o apoyo al planeamiento de las operaciones. En sus misiones de vigilancia se encarga controlas la seguridad de las fronteras, zonas pasivas o de difícil acceso y puntos o zonas de interés.

En el apoyo a las operaciones el “Armadillo” se ha especializado en adquisición de objetivos, apoyo a la valoración de daños, apoyo al mando y control, apoyo a la seguridad con acompañamiento en los movimientos de unidades, apoyo a la seguridad de las bases e instalaciones y vigilancia en apoyo de unidades desplegadas.

El UAV Searcher MK III J tiene las siguientes características que favorecen su empleo en operaciones: Pequeñas dimensiones (dificulta su detección por la vista y radar), bajo nivel de ruido del motor y, sobre todo, la calidad y nitidez del sistema optrónico (capacidad de identificar objetos a gran distancia tanto de día como de noche).
UAV y control
En estos cinco años de despliegue, el PASI había realizado cerca de 600 misiones de reconocimiento y vigilancia, que incluían principalmente la búsqueda y localización de elementos hostiles, el apoyo al planeamiento de operaciones y a la seguridad de las tropas con el acompañamiento en los desplazamientos de unidades y en la seguridad de las bases. Durante este tiempo, se habían realizado 11 rotaciones de personal español desplegado en Afganistán, sumando 285 hombres y mujeres del Ejército de Tierra, algunos de ellos hasta en dos y tres ocasiones.

Los UAV realizaban una media de cuatro misiones a la semana y responden a peticiones del Mando Regional Oeste de la ISAF, que cubre cuatro provincias afganas (Ghor, Badghis, Farah y Herat).

¿Qué UAV debe ser utilizado según la ocasión?, se preguntará el lector. La comparación nos la ofrece uno de los miembros de la Unidad PASI que reciben su instrucción en la Escuela de UAS del Grupo de Escuelas de Matacán (Salamanca): “El Raven sería la pistola, el ScanEagle la ametralladora y el “Armadillo” el obús/cañón”.

UAV Searcher (Herat)
Los Vehículos Aéreos No Tripulados incrementaron significativamente la protección de las tropas españolas al ofrecer información en tiempo real sobre los movimientos de la insurgencia talibán en las áreas de despliegue así como la protección de los convoyes.

Los UAV se han convertido en un valioso sistema de protección e inteligencia para los ejércitos modernos gracias a las imágenes (tanto diurnas como nocturnas) que obtienen sus cámaras en tiempo real, lo que permite gran variedad de misiones como planificar ataques, anticipar la situación de las rutas peligrosas por las que han de transitar los convoyes u obtener información de  áreas fuera del alcance visual debido a barreras físicas. En el caso norteamericano, los UAV se han convertido, además, en plataformas de bombardeo al estar dotados de misiles.










[1] Denominados así en inglés por el característico zumbido de los motores de estos pequeños aviones espía, cuando vuelan a escasa velocidad y baja cota.
[2] La Unidad comenzó su despliegue en Marzo de 2.008, cuando llegó a la Base de Herat, con la misión de iniciar los trabajos de despliegue del material.
[3] Mónica Bernabé (Dar-e-bum, Afganistán: “Los Ojos que lo Ven Todo” (diario “El Mundo”, 15 de Agosto de 2.012).
[4] Sobre las tropas españolas recaía la responsabilidad de mantener la seguridad en la provincia de Badghis. Por ello, los militares españoles continuaban solicitando al gobierno español un mayor compromiso en cuanto a los medios técnicos con que operan sobre el terreno. La principal de las demandas era la referente al aumento de los aviones no tripulados. Sin embargo, el Gobierno insistía en que la necesidad debe ser cubierta mediante las “sinergias” con las tropas americanas e italianas desplegadas también en Badghis: “Ellos tienen UAV suficientes como para respaldarnos sobre el terreno”, se aseguraba La importancia de estos aviones era vital para la seguridad de las tropas: Un ejemplo de su importancia puede constatarse en un vídeo difundido por los servicios informativos de Antena 3, en los que se veía como tres insurgentes –agazapados al amparo de una colina- atacaban una base avanzada española con fuego de armas ligeras. En las imágenes puede observarse cómo los españoles lanzan un UAV ligero que -tras un primer vuelo- localiza la posición de los atacantes. Esto permite organizar eficazmente la defensa. Con fuego de mortero dirigido a la posición señalada por el UAV a través de coordenadas GPS, los militares españoles fuerzan la retirada de los asaltantes. Sin los UAV, esto no hubiera sido posible. “En este caso teníamos acceso a uno de los Raven, pero si tuviéramos que haber esperado a que los americanos o italianos nos enviaran uno, estábamos apañados” se quejaban los militares….
[5] En 2.012 se desplegaba un destacamento del PASI en la base de Qala i Naw para dotar al sistema de la capacidad de transferencia de control del UAV entre las bases de Herat y Qala i Naw, lo que permitió aumentar considerablemente el radio de acción. Ahora, este destacamento se había replegado a Herat junto con el resto de Unidades desplegadas en la provincia de Badghis.

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