viernes, 8 de febrero de 2013

Prueba de Fuego en IRAQ (I)


NAJAF, 4 DE ABRIL DE 2.004.

Si alguna vez se ha dudado del papel operativo de nuestras FAS., sólo hay que recordar los combates de Najaf para ver una operación táctica de libro. Desde el Foro de Cultura de Defensa os lo contamos: 

Todo empezó con una detención: Hablaban español, vestían uniformes españoles, incluso –dicen- lucían banderas españolas… Pero no eran españoles: Los hombres del equipo SEAL de la US. Navy irrumpieron en la casa del clérigo Mustafá Yaffá Al-Yacubi, lugarteniente de Muqtada Al-Sadr en la ciudad de Najaf e interlocutor de éste con las tropas españolas. Era la madrugada del 2 de Abril. Acusado de colaborar en la muerte del Ayatolá Sayyed Abdul Majeed Al-Khoei, defensor de los derechos humanos en Irak desde el exilio cuando el dictador Saddam Hussein regía el destino del país, tenía una orden de arresto firmada por un juez iraquí. Cuando lo metían en el coche para llevarlo directamente a Bagdad, hicieron entender que lo trasladaban a la cercana base “Al-Andalus” de responsabilidad española. Sin embargo, la primera noticia que tuvo el Coronel Alberto Asarta de su detención fue cuando por la mañana se presentó la esposa del clérigo para llevarle ropas y comida y exigir su liberación. Nadie entendía nada, pero todos eran conscientes que algo malo estaba por venir… 

VEC en Diwanyah
Mientras que las fuerzas norteamericanas y británicas principalmente llevaban tres semanas como ejército beligerante primero, y como ejército de ocupación después, las fuerzas españolas llegaban como contingente de ayuda humanitaria y a la reconstrucción. O lo que es lo mismo: mientras que los ejércitos en la zona funcionaban al amparo de unas ROE’s de escenario bélico y estabilización que permitían el uso de la fuerza así como acciones ofensivas, el ejército español se traía unas ROE’s propias de una misión de paz como habían sido las de Bosnia, por ejemplo, donde el uso de la fuerza estaba restringido al de la legítima defensa. Esta diferencia de ROE.’s entre unos y otros marcaría una serie de desencuentros entre el Mando de la Coalición representado en el general norteamericano de origen hispano Ricardo Sánchez y el Mando español representado primero por el General de Brigada Alfredo Cardona y en el momento de los hechos aquí narrados, por el General de División Fulgencio Coll, que poco a poco irían enturbiando la relación hasta el punto de que los norteamericanos llegaron a realizar esa acción de los SEAL sin poner siquiera en conocimiento de los españoles tal actuación, o como la describió literalmente el General al mando de la BMNPU II, Fulgencio Coll, “fue lo más parecido a una patada en los huevos”. La excusa norteamericana fue que se informó al Mando polaco que en aquel momento era el responsable de la División Multinacional Centro-Sur de la que dependían las unidades españolas.

El Coronel Asarte en pleno briefing
Aunque el ambiente de colaboración entre militares era excelente, y en no pocas ocasiones los norteamericanos elogiaron la labor de los españoles en la zona (hasta el punto que se envió un escrito al Cuartel General de la División Multinacional Centro-Sur instando a las otras dos brigadas -polaca y ucraniana- a adoptar el modelo español para relacionarse con la población, dado que era el único que estaba mostrando resultados positivos palpables), las cosas no pintaban bien para los norteamericanos, que veían aumentar día a día el número de muertos entre sus filas por la acción de la denominada “insurgencia” iraquí, y se veían constantemente abocados a realizar operaciones ofensivas en el contexto de lo que tendría que ser una pacífica reconstrucción. Pese a que éramos aliados, a nivel político parecía que no queríamos implicarnos más con ellos en imponer la paz por la fuerza amparándonos en nuestras ROE’s, y tanto el General Ricardo Sánchez como el responsable de la Autoridad Provisional de la Coalición o CPA en inglés (Coalition Provisional Authority) Paul Brenner parecían entenderlo como algo personal, sin querer ver que nuestros militares estaban atados de pies y manos por Madrid. La tirantez entre el Mando norteamericano y el español iba en aumento, pero aparentemente no querían entender que España “no había ido a la guerra”. 

Y hasta qué punto se demuestra esta disparidad en entender la misión española está el hecho de que en ciertos ámbitos se insinuaba cobardía por parte de nuestras tropas, y la BMNPU II (Brigada Multi-Nacional Plus Ultra II) era llamada jocosamente “Winnie The Pooh II” porque pese a conocer perfectamente a su enemigo y tenerlo localizado, no hacían nada para destruirlo. Se quedaban quietos como ositos de peluche. 

Patrulla de reconocimiento
El 21 de Febrero de 2.004 se quiso llevar a cabo en Najaf entre norteamericanos, españoles y la ineficacísima policía iraquí una operación conjunta para poner fin a los tribunales de la Sharía (la Ley Islámica) por considerarlos ilegales y al margen de todo orden y humanidad. La operación estaba auspiciada directamente por el General Ricardo Sánchez, y pese a que la iniciativa era norteamericana, la ejecución última debía correr a cargo de la policía iraquí, ya que había que entrar en lugares santos para los musulmanes y no se quería soliviantarlos con las huellas de los “infieles”. Sin embargo, la policía iraquí de Najaf era mayormente de origen chií, el mismo que Al-Sadr, y el mismo que mantenía esos tribunales de la Sharía, por lo que sus mandos se negaron en redondo a realizar la operación. Los norteamericanos pusieron entonces las miradas en los españoles, quienes tras consultarlo con Madrid también se negaron. Las elecciones generales estaban a la vuelta de la esquina y a los políticos les horrorizaba la idea de que pudiera haber una sola baja española. Finalmente, el General Sánchez tuvo que desistir de la operación y ésta nunca se realizó. Esto provocó un rotundo enfado en los mandos estadounidenses y a raíz de aquello comenzaron a producirse actuaciones norteamericanas en la zona que parecían orientadas a que participásemos sí o sí con ellos en la imposición de la paz, y que a la larga terminarían rompiendo el equilibrio conseguido en esa “apacible región hortofrutícola” como dijo el ministro Trillo, que tanto había costado conseguir a los españoles… 

El 31 de Marzo fueron asesinados cuatro contratistas civiles norteamericanos en la cercana Faluya, cuyos cuerpos fueron golpeados, quemados y colgados de un puente. Esto llevó a una serie de acciones norteamericanas que terminaron con el cierre del periódico “Al-Hawza” afín a Al-Sadr, así como a la ya mencionada detención de su lugar teniente en Najaf, Al-Yaqubi. Y por si fuera poco, en esa época los chiíes conmemoraban la Arbaynía, una de las peregrinaciones religiosas más importantes para estos musulmanes cuyo centro de peregrinaje era precisamente la mezquita de Kerbala, en plena Najaf. No sólo estaba el ambiente caldeado, sino que además la ciudad estaba literalmente llena de seguidores de Al-Sadr, muchos de ellos pertenecientes al denominado “Ejército del Mahdi”. 

BMR en Diwaniyah
La misma tarde del 2 de Abril, horas antes de la detención de Al-Yaqubi por parte de los SEAL, hubo un incidente con una partida de unos 50 milicianos armados y tropas salvadoreñas. Al ir a desarmarlos, los milicianos respondieron al fuego y se refugiaron en una serie de casas muy cerca de Base El Salvador (la antigua Camp Baker, que enlazaba directamente a Base Al Andalus). Rodeados por los salvadoreños se decide asaltar el caserío por la mañana apoyados por la sección de BMR.´s del Alférez Jacinto Guisado pertenecientes al RIMZ. Saboya 6, apoyados por los cañones de 25 mm. de dos Vehículos de Exploración de Caballería (VEC.). Sin embargo, cuando se inicia el asalto a primeras horas del día 3, nadie responde al fuego. El enemigo se ha esfumado por una serie de túneles y galerías subterráneas, demostrando una mayor organización de la esperada. 

Patrulla en Diwaniyah
La base española Al-Andalus, anteriormente llamada Camp Golf y de responsabilidad española, estaba unida físicamente a la Base El Salvador por una carretera interna de apenas unos cientos de metros llamada “Sniper Alley”. En el sector salvadoreño y colindante a la carretera se encontraba el edificio de un pequeño contingente norteamericano pertenecientes a la Policía Militar de la 503rd Military Police Brigada, así como los servicios médicos de la base. Por su parte, el sector español daba directamente a la avenida principal llamada LULÚ, y estaba separado del muro del vecino Hospital Universitario de Najaf, un imponente edificio de 7 plantas desde el que se dominaban todas las instalaciones de la Coalición, por el edificio sede de la CPA, donde estaba a su vez una sección de la B Company del 711st Signal Battalion, y sumados a ellos, 8 empleados de la empresa Blackwater que daban directamente seguridad a los miembros de la CPA. 

A las 7:00 de la mañana del día 3 de Abril se tienen las primeras noticias de una posible acción norteamericana en la zona cuando se presenta en la base la esposa de Al-Yaqubi para preguntar por su marido. No es hasta tres horas más tarde cuando el Cuartel General de Bagdad (CJTF-7) emite un comunicado donde confirma que se ha realizado una operación durante la noche, pero no aporta nada nuevo al respecto ni desmiente si los españoles han participado o no. No hace falta, puesto que la CNN y otros medios ya hablan de una acción española culminada con la exitosa detención de Al Yaqubi. La suerte está echada. 

El propio Muqtada Al-Sadr insta a sus seguidores a no responder con manifestaciones, pues éstas son inútiles, y les anima a utilizar “otras vías” para “aterrorizar a sus enemigos”. A lo largo del día empieza a concentrarse gente en la puerta principal de Base Al-Andalus que da a la mencionada Ruta LULÚ. Pese a la cincuentena de efectivos antidisturbios enviados por la policía iraquí, éstos no son suficientes para amedrentar al más de millar de seguidores de Al-Sadr que se han concentrado frente a las instalaciones, y la tensión casi se puede cortar con un cuchillo. De forma completamente incomprensible, el Jefe de la policía iraquí junto con su segundo acude a la base a despedirse, ya que “entienden que deben ir a Bagdad a explicar la situación”. La policía iraquí se queda así sin mando ni coordinación de golpe, dejando la ciudad a merced del Ejército del Mahdi. Por la noche los ataques con morteros y las ráfagas se recrudecen, teniendo a todo el personal en máxima alerta. En la cercana Base Tegucigalpa donde hay acantonadas principalmente tropas hondureñas, también comienzan a sufrir el acoso de las milicias chiíes. 

A primeras horas de la mañana del día 4 llega a través de la puerta principal de la Ruta LULÚ y procedente de Base España en la cercana población de Diwaniya, el relevo de la sección de VEC.’s del RCLAC Farnesio al mando del Capitán Placer. Cruzan a través de los efectivos de la policía iraquí que parecen más una banda que otra cosa, dada la precariedad de su uniformidad y su actitud pasota. 

Tirador selecto, NO francotirador
Una vez dentro y mientras preparan el relevo, se empiezan a oír los primeros disparos. Nada inusual esos días. Lo inusual llega sobre las 11:40 cuando uno de los recién llegados, el Sargento Vergara, es informado por un soldado de que “hay gente corriendo por ahí”. Al asomarse contempla atónito a un grupo de personas armadas, algunas uniformadas, que vienen corriendo por una zona prohibida. Sin dudarlo se dirige hacia ellos encañonándolos con su G36-E, seguido por el Cabo Primero Molero y los soldados San José e Isidro, e instándolos a tirarse al suelo. Uno de ellos a duras penas le informa que es un intérprete que trabaja para los españoles, y cuando se da cuenta, reconoce a los policías que había en la puerta para disuadir a los manifestantes. Esto pinta mal: Los disparos ya no son esporádicos, sino algo más serio, y desde las azoteas de la zona salvadoreña los “guacamayos”, que era como apodaban los españoles a los soldados centroamericanos, comienzan a disparar ráfagas de M60. Cuando un Capitán norteamericano cae muerto en una de las azoteas se tiene constancia que el hospital contiguo ha sido tomado por francotiradores enemigos.

SIGUE EL ARTÍCULO EN SU SEGUNDA PARTE EN EL ENLACE SIGUIENTE:
Prueba de Fuego en Iraq (y II)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario